He hecho varios métodos para esta receta, particularmente este es el mejor. Por dos motivos por la textura de la carne de membrillo resultante y por la PRL, es decir reduce los riesgos de quemaduras en el cocinero/a.
Hasta ahora básicamente utilizaba dos métodos la olla rápida, caramelo, limón y cortes de membrillo y luego triturar, dadas las temperaturas alcanzadas el líquido salía por cualquier resquicio. La otra , a olla abierta, triturando con batidora la pulpa del membrillo, con el consiguiente riesgo "explosivo" de burbujas de caramelo-membrillo, que saltaban a distancia.
La receta en cuanto a ingredientes viene siendo la misma, pero el método diferente. Por supuesto emplearemos membrillos naturales, típicos del otoño levantino. Particularmente lo prefiero sin excesiva carga de azúcar, empleo el 75% de otros autores.
Ingredientes:
1 kilo de pulpa de membrillo fresco limpia (precisaremos comprar un poco mas).
750 gr. de azúcar.
Zumo de un limón grande.
Elaboración:
Limpiar los membrillos por fuera, lavar varias veces. En una olla grande cocer los membrillos enteros una media hora.
Apartar, esperar que se enfríen quitar la piel y semillas y cortar en trozos.
En otra olla grande poner el azúcar, zumo de limón y los trozos de membrillo, cocinar a fuego medio con una espátula de madera.
No aproximarse mucho por pequeño riesgo de que salte caramelo, ir caramelizando los membrillos y partiendo progresivamente con la espátula o rasera de madera, cuando estén confitados, el troceado evita en gran parte las burbujas que forma el caramelo y que pueden saltar a las manos o cara.
El proceso durara unos 45 minutos, dado que no se utiliza batidora la carne de membrillo resultante tiene una textura mejor , mas tradicional.
Una vez que comience a despegarse de las paredes de la olla, y tenga una textura adecuada apartar, preparar unos moldes metálicos, untar con aceite de oliva un poco y poner la carne de membrillo, dejar en frigorífico unos días y consumir moderadamente.
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